Trasplantes de emergencia

Ahora en otoño sabes que los vientos fuertes están a la orden del día y que son muchos los que temen por sus plantas porque los vientos pueden ser tan fríos que hielen incluso a las plantas. Muchos las protegen cambiándolas de lugar pero, cuando el viento se da por la noche, dudo que te levantes a las dos o las tres de la mañana para cuidar las plantas.

Por eso, y porque no te lo esperas, puedes encontrarte con la desagradable sorpresa de tener macetas rotas por el viento que han caído de donde las tenías. Esto hace que la planta sufra y requiera de un trasplante urgente (porque si el tiesto se ha roto necesitarás otra y si han pasado varias horas con las raíces al aire pueden haberse secado de más).

También necesita un poco de tierra nueva pero ten en cuenta algo: es un trasplante de por tanto no debes tocar nada de la planta ni quitarle nada (muchos le quitan parte de la tierra que tenía para reemplazarla por otra. Esto puede provocar que la planta sufra más y es lo que no queremos.

El trasplante ha de llevarse a cabo lo más rápido posible o al menos se deben proteger las raíces si no puedes entrar la planta dentro de casa. El macetero nuevo ha de ser igual al que tenía o más grande aunque has de tener cuidado acerca de qué maceta usar porque, por ejemplo para los bonsáis, lo mejor son macetas más planas, no tan profundas.

Una vez hecho el trasplante conviene regarla abundantemente y después dejarla unos días protegida porque tiende a estar más débil y cualquier enfermedad podría afectarla. Si se hace bien y la planta es fuerte no debería existir ningún problema por el cual no siga bien de salud y ofreciéndote un poco de luz y vida en tu jardín.

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