Si se tiene espacio en el jardín o incluso en una terraza, las enredaderas son una de las mejores plantas que se pueden tener, especialmente si se quiere cubrir una pared desnuda porque son excelentes para decorar, aunque deben tener unos cuidados especiales.
En ocasiones tendremos que ayudar a la enredadera a orientarse mientras crece, por lo que podremos ir pegando pequeños soportes en la pared o incluso poner un enrejado de madera como el de una celosía, con lo que crecerá mucho más fácil y no tardará demasiado tiempo en poblarlo.
Durante el invierno hay que fijar bien la planta a su soporte para evitar que el viento la pueda partir o la haga caerse. En caso de que la temperatura sea muy baja puede incluso taparse, porque no soportan demasiado bien el frío extremo. Lo mismo ocurre con las altas temperaturas, por lo que tendremos que pulverizar agua para refrescarlas, siempre mejor por la mañana.
Cuando llega la primavera hay que extremar la precaución con las plagas y cuidarlas al máximo. En esta estación se suelen podar para darles la forma deseada y hacer que siga creciendo como queremos.
Finalmente, con la llegada del otoño hay que abonarlas con productos de calidad para que tenga la suficiente resistencia para la llegada del invierno. Además en esta temporada es recomendable reducir el riego dado que no precisa tanta agua.