Aunque en la actualidad existen rosas de multitud de colores, todavía existen tonalidades difíciles de encontrar.
A pesar de ello, el color de las rosas se puede cambiar con un poco de ayuda. Ya sea en maceta o en ramo, existe esa posibilidad. De hecho, es algo habitual para floristas y profesionales que comercializan flores, cuando quieren obtener colores más intensos o sofisticados.
Para ello, conviene utilizar tintes naturales, que no perjudiquen a las plantas. Estos tintes se mezclan con el agua que es absorbida por la planta.
Si queremos cambiar el color de nuestros rosales, plantados en el jardín o maceta, tendremos que regarla con agua tintada. Este agua se teñirá con colorante alimentario, del que venden en tiendas y supermercados. Es tan simple como añadir colorante en el cubo del agua con el que vayamos a regar los rosales. Podremos potenciar su color o darle la tonalidad deseada.
Para teñir rosas cortadas, habrá que seguir los siguientes pasos:
- Cortamos el tallo dando un corte vertical. Cuanto más corto sea el tallo de la rosa, antes se teñirán sus pétalos.
- Ponemos colorante alimenticio del tono que deseemos teñir la rosa en agua tibia. Podemos mezclar colores para conseguir el tono que queramos.
- Introducir la rosa en un jarrón con el agua coloreada y esperar entre 6 y 12 horas.
- Transcurrido ese tiempo, la rosa habrá conseguido cambiar o potenciar su color. Este procedimiento se puede seguir con todo tipo de flores.