Seguro que hay plantas que has tenido, desde el invierno, en el interior de tu casa con el fin de que éstas no se helaran ni tampoco las perdieras cuidándolas de la calefacción, la humedad, sequedad, plagas, etc.
Pero ahora que se acerca la primavera y que el sol empieza a ser el protagonista todos los días es normal que te plantees sacarla fuera para que pueda estar con las demás plantas y la puedas dejar allí toda la primavera, verano y parte del otoño.
A la hora de sacarlas, por haber estado dentro de la casa las tendrás mucho más cuidadas en cuanto a hojas muertas, tierra, tallo, etc. por tanto no tendrás que hacer mucho al respecto. Sin embargo, sí que deberás hacer algo con la luz del sol. No puedes sacar las plantas y dejarlas directamente al sol más que nada porque eso lo único que conseguirá es que quemes sus hojas y las plantas se debiliten.
Has de colocarla en un lugar de sombra al principio donde no haga demasiado frío ni calor. Por supuesto, no puedes dejarla todo el día allí, solo unas horas y al día siguiente un poco más. Así al menos 4 días. Después de ese tiempo has de pasarla a una zona de semisombra donde los rayos del sol incidan sobre ella pero que no sean demasiado calurosos. En este caso has de ver qué zonas de semisombra tienes y cuándo pasa el sol sobre ellas para poder ubicar la planta.
Por último, pasado otro tiempo prudencial, pasas directamente a poner la planta al sol. Ya estará habituada y, salvo el primer día, podrás dejarla ya fuera (salvo que veas que regresa el frío).
Si las plantas de interior que has tenido no son de sol, mejor déjalas en semisombra.