Una de las plantas fáciles para cuidar por parte de los niños, que además se planta en otoño y así pueden ellos participar en el nacimiento (germinación) de la planta y verla crecer día tras día son los ranúnculos, y dentro de ellos el Ranúnculo persa, una planta originaria del área que es hoy Irán pero también de otros países del Mediterráneo como Grecia y Turquía.
Esta planta también recibe otros nombres en otros países. Por ejemplo, según he podido saber en México lo llaman Princesa (no se si será el mismo tipo de ranúnculo).
Se trata de una planta con muchas variedades dependiendo del color que tengan, los hay rojos, rosas, blancos y amarillos y las flores suelen ser siempre dobles. Es una planta que puede tenerse tanto en maceta como en el suelo (siempre que sea orgánico) pero si es para los niños mejor una maceta. Pueden dejarla fuera de la ventana de su habitación porque le gusta mucho el sol (así que solo hay que preocuparse por no secarse mucho).
Cuidados del Ranúnculo persa
Los cuidados de la planta, aún cuando es una planta resistente, son varios. En cuanto al riego ha de ser moderado, no le gusta mucho el agua pero tampoco llegar a tener la tierra seca.
Le gusta el sol pero no las temperaturas demasiado frías (en torno a los 10-20 grados es su mejor temperatura). Si por las noches hace mucho frío donde vives es mejor meterla dentro pero, en lugar de en la habitación, mejor la llevas a la cocina o al pasillo.
La floración de la planta se produce a final de invierno y primeros de primavera con lo cual a partir de esa etapa has de tener cuidado con algunas enfermedades como la araña roja. Sin embargo, si la revisas cuando la riegas dudo que tengas problemas.
Para que te duren más las flores conviene abonarla cada 15 días.