Dentro de poco llegará el mal tiempo en el hemisferio norte y la lluvia y el frío pueden llegar a ser malos compañeros para nuestras plantas, por ello debemos hacer lo posible para proteger las plantas en invierno y que puedan soportar mejor las inclemencias climáticas como la lluvia, el frío, el viento y las bajas temperaturas entre otros.
Protegerlas del viento puede ser algo relativamente sencillo, basta con colocar unas pantallas para protegerlas, especialmente aquellas a las que más les afecten los vientos. Otra opción es plantar unos setos alrededor de las plantas para que estén más protegidas.
Si el lugar donde se encuentran recibe muchas precipitaciones, también debemos proteger las plantas, sobre todo si el suelo no drena bien. En este caso es necesario cavar una zanja y añadir gravilla para que absorba el exceso de agua.
Si caen heladas podemos optar por protectores que tienen la capacidad de aislar a las plantas tanto del viento como de las heladas. Finalmente, si en la zona donde vivimos cae mucha nieve hay que estar al tanto de las nevadas, intentando retirar el exceso de nieve sobre las hojas para que su peso no las rompa, así como de la zona donde está plantada la planta, para que no tenga exceso de humedad.