Que las plantas sufren enfermedades es algo que tú ya sabes, ¿verdad? De ello te hemos hablado en varias ocasiones y ofrecido consejos para ayudarte a llevar una curación de la planta lo mejor posible y rápido pero, ¿sabes que también la flores pueden enfermarse? A pesar de formar parte de las plantas, que las flores estén enfermas no siempre quiere decir que la enfermedad proviene de la planta sino más bien de la flor.
Las enfermedades de las flores se pueden dividir en dos grupos, las causadas por alteraciones fisiológicas, es decir, aquellas que se producen por la carencia de algunos nutrientes importantes (o que tengan demasiado de esos nutrientes). El otro grupo de enfermedades en las flores puede ser el causado por agente patógenos como oídio, hongos, etc.
Tanto en una como en otra el mejor resultado para librar de estas enfermedades es utilizando algún producto fungicida pero también mejorando las condiciones de temperatura y humedad así como una buena ventilación.
También te recomiendo alejarla de otras plantas que pudieran ser susceptibles de contraer esa enfermedad, bien en sus flores o en la propia planta.
A menudo la enfermedad de las flores no se suele detectar porque el ver mal las flores se achacan en ocasiones a que se ha marchitado cuando en realidad no es eso exactamente lo que le ha pasado. También se suele decir que la planta ya está muy vieja para dar más flores (hay algunas plantas que tienen una esperanza de vida media). Sin embargo, con un poco de observación te darás cuenta si realmente es algo normal en la planta o, por el contrario, hay algún tipo de problema en ella.