La mandevilla es una planta trepadora perteneciente a la familia de las Apocynaceae, que cuenta con una variedad de especies.
Se trata de un arbusto de hoja perenne originario de Centroamérica y Sudamérica, conocido también como dipladenia, que trepa llegando a alcanzar los 10 metros de altura.
La mandevilla es una espectacular y vistosa enredadera de tupidas hojas lisas y elípticas, largas y anchas, de color verde intenso. Durante el verano experimenta una espectacular floración, que se prolonga hasta entrado el otoño. Las flores tienen forma de trompeta o campana y son de colores vivos que van desde el blanco al rojo. Normalmente crecen en racimos o ramilletes y en algunas especies son aromáticas.
En cuanto a sus cuidados, se trata de una planta de climas suaves, tropicales, por lo que no toleran las heladas. Durante el invierno, es necesario meterlas al interior o protegerlas con mantas anti-heladas. Tampoco tolera la luz del sol directa, que puede quemarlas, aunque necesita buena iluminación.
Los riegos han de ser regulares, pero no excesivos. En primavera, se le puede aportar algún tipo de abono rico en fósforo, para nutrirla de cara a su floración. La poda, en invierno.
En cuanto a las plagas, puede verse afectada por Araña Roja, pulgones y Cochinilla.
Para su reproducción, pueden emplearse semillas o esquejes.