El otoño empieza en unos días, pero si tienes alguna planta a la que se le están poniendo las hojas amarillas, probablemente sea por algún otro problema, como la clorosis.
Cuando a nuestras plantas se les ponen las hojas amarillas, incluso las más recientes y vemos que se caen con facilidad, lo más seguro es que esté desmineralizada por un exceso de riego.
El exceso de agua, no solo puede afectar seriamente a las raíces causándoles putrefacción, sino que además, al ser expulsada, arrastra una serie de minerales del sustrato que son necesarios para las plantas. La falta de hierro es una de las principales causantes de la clorosis, o lo que es lo mismo, la falta de clorofila que es la que proporciona a los vegetales el color verde.
¿Tiene solución? Si se para a tiempo sí. Deja de regarla como lo venías haciendo, las plantas sufren más por exceso que por falta de riego. Toca el sustrato y riégala únicamente cuando veas que está completamente seco, eso sí, cuando lo hagas no añadas demasiada agua. Empieza a hacerlo poco a poco, evitando que el sobrante sea expulsado por la planta y esperando a que vuelva a secarse la tierra cada vez.
Cuando la planta empiece a recuperarse, sustituiremos el agua por infusión de ortiga durante un par de riegos. Ésta es muy rica en hierro y un fungicida natural, por lo que estaremos aportándole un tratamiento muy beneficioso. Recuerda seguir las pautas de riego marcadas hasta ahora.
Si viéramos que la planta está bastante desarrollada y su maceta es pequeña, tendríamos que trasplantarla a otra de mayor tamaño, puesto que el problema puede ser que está quedándose sin sustrato.
Cuando empiece a refrescar por las noches, sería conveniente proteger a las plantas afectadas por clorosis hasta que se recuperen, ya que el frío no ayudará en su proceso de recuperación, sino todo lo contrario.
El otoño es la estación del año que más me gusta.