Tener un jardín requiere de trabajo, ¿verdad? Porque, aunque no queramos, las plantas suelen salir, ya sea que las queramos o no, y por tanto siempre hay que estar quitándole las malas hierbas para evitar que hagan daño a las plantas que hemos plantado.
Si además hemos hecho un camino por donde se recorre o se pasa por el jardín es normal que aparezcan malas hierbas y que queramos quitarlas una vez y ya está (aunque no lo consigamos).
Por eso, para ayudarte en eso, te ofrecemos dos trucos: echar agua hirviendo en esas partes que no quieras que vuelva a salir nada o bien echar sal gorda al agua. Si riegas con ella no volverá a crecer la hierba por ahí, al menos por un tiempo.