Uno de los errores más habituales que suelen tener las personas que se inician en el mundo de la jardinería es no tener en cuenta el pH del suelo, que, por si aún no sabéis de qué se trata, es la medida del grado de acidez que hay en el suelo, basándose en la concentración de iones de hidrógeno que éste tenga.
Para conocer los niveles de acidez existe una escala, por regla general, tu jardín debería encontrarse entre el 6 y el 7 para estar en un estado óptimo. Si el valor se encuentra por debajo de 6 es un suelo ácido y si se encuentra por encima de siete se trata de un suelo alcalino.
Dependiendo de las plantas que vayamos a cultivar, pueden exigir un grado de pH u otro… por tanto nos puede interesar subir o bajar el pH de la tierra, ¿Cómo hacerlo?
Para bajar el pH se puede emplear azufre en polvo, aunque puede pasar unos siete u ocho meses hasta que sea efectivo. Deberemos aportar unos 200 gramos por metro cuadrado.
Otra opción es usar sulfato de hierro en el agua, donde se proporcionaría entre uno y tres gramos de sulfato por litro de agua.
Para subir el pH se suele utilizar caliza molida, en general, nos resultará fácil subir el pH de la tierra, además también se puede conseguir regando con agua calcárea.