El otoño también ha llegado a nuestro huerto. Después de la alegre temporada estival, donde recogíamos nuestros tomates, lechugas, pepinos, pimientos, calabacines, etc., ha llegado el momento de renovar nuestro huerto, para lo que tendremos que tener en cuenta una serie de cuidados sencillos:
Retirar los cultivos agotados: hay que retirar las plantas de los cultivos de verano, que a estas alturas estarán espigadas.
Labrar la tierra: Lo siguiente será preparar la tierra, labrarla retirando las raíces viejas, evitando el volteo profundo, oxigenándola para la siguiente temporada. Lo más recomendable es utilizar un motocultor de rastrillo.
Abonarla: Es el momento de mezclar la tierra con compost, abono orgánico, cenizas de madera y restos de las plantas que hallamos retirado, evitando las raíces y los fertilizantes químicos.
Sembrar las plantas de otoño.
Una vez preparada la tierra, podemos proceder a plantar nuestra próxima cosecha. Para ello, necesitamos elegir cultivos resistentes al frío:
- Zanahorias, remolachas, nabos y rábanos: El mejor momento para plantar estas hortalizas es ahora que aún no se producen heladas, para que cuando llegue el invierno hayan alcanzado un tamaño que las permita ser más fuertes y resistentes al frío
- Habas y guisantes
- Ajos, puerros y cebollas
- Escarolas y lechugas
- Coles, repollos, coliflores, romanescu, brócoli y coles de Bruselas
- Espinacas y acelgas