Plantar un árbol es una de las cosas que hay que hacer en esta vida (además de escribir un libro y tener un hijo) así que no se supone que sea muy complicado, si solo quieres plantarlo y ya está.
Sin embargo, si no es solo plantar sino plantar, cuidarlo y verlo crecer (puedes perfectamente plantarlo cuando tu hijo nace, una forma de que el árbol sea parte de la vida de tu hijo o hija), entonces si convendría que tomaras nota de algunos consejos.
El primero de ellos es relativo al clima del jardín que tengas. No creo que quieras ver morir al árbol en cuestión de meses o años, por eso hay que ver qué tipos de árboles son los más resistentes para poder usar esas especies y de esa forma no temer demasiado que se vaya a morir.
Otro punto importante es el espacio que va a tener ese árbol. Ten en cuenta que el árbol crece, unos más y otros menos pero, ¿y si lo has plantado en un sitio donde no puede crecer bien? Siempre planifica sobre futuro, no sobre presente. Por supuesto, puedes elegir árboles más pequeños o más grandes, eso ya dependerá de cada uno como lo quiera.
A la hora de plantarlo te recomiendo que hagas un agujero profundo y ancho. La medida va a depender del tamaño del árbol porque si lo vas a plantar desde pequeño no le hará falta uno grande. Como medidas estándar se usan un ancho de un metro y un largo de 70 centímetros.
Has de vigilar que no golpeas el tronco a la hora de plantarlo o que le hagas heridas rozando la pala o algo parecido. Si es así procura ponerle un poco de tela de arpillera cubriéndolo para que no le afecte nada. Al menos hasta que finalmente esté curado.