A la hora de comprar plantas, ya sean de interior o de exterior, muchas veces pensamos que, con que se vean bonitas en las tiendas, es más que suficiente para saber si te va a sobrevivir o no esa planta.
Pero lo cierto es que no es así, eso no quiere decir que la planta esté sana y es por eso que tienes que fijarte en otras cosas como por ejemplo:
- Que no tenga todas las flores abiertas, hace falta que también haya flores sin abrir para saber así que no la han puesto en la maceta y ya está.
- Comprueba las raíces de la planta, si están bien adheridas a la maceta. Evita las que tengan pocas raíces o las que tengan demasiadas (esas pueden morir antes).
- Mira la tierra de la planta. Si está demasiado seca puede hacer que la planta, al cambiarla de ambiente, no te viva porque ha estado un periodo de sequía que la ha enfermado.
- Procura comprar en lugares donde sepas que las plantas están cuidadas y, si acaso, evita los grandes supermercados (salvo que los veas reponiendo o sepas los días de reposición, para así poder comprarlas frescas).