Los árboles y plantas que nos dan fruto sabes que han de tener unos cuidados mayores a la hora de poder hacer madurar y crecer el fruto de la mejor forma posible y eso, muchas veces, empieza en esta misma estación de invierno cuando el árbol necesita guardar fuerzas para la primavera y, cuando empiecen a brotar sus flores, para impedir que las heladas acaben con ellas.
En el caso de los perales, ciruelos o grosellas, has de tener en cuenta que, necesitan una protección contra las heladas porque tienden a, cuando hace mucho frío, las flores helarse y congelar el propio árbol de tal forma que sus frutos se hacen tardíos y de baja calidad.
Una vez protegidos de las heladas lo mejor es aplicarles un preparado a base de nitrógeno (fertilizante por ejemplo) a finales de febrero y primeros de marzo, cuando el frío comience a remitir y la primavera se vaya haciendo patente. Estos productos puedes encontrarlos en las tiendas de plantas. Si además lo mezclas con un mantillo de estiércol (si, huele mal y es asqueroso manipularlo pero a las plantas esto les viene mejor que otro abono) mucho mejor.
Los riegos has de hacerlos siempre antes del mediodía para evitar que el sol fuerte haga daño a las raíces y, en la medida de lo posible, no dejes que el agua toque el tronco porque puede llegar a pudrirlo, lo mejor es echar el agua lentamente en las raíces.
Por último, uno de los consejos que te doy es el de mantener siempre la zona alrededor de los árboles completamente limpia de malas hierbas. Ten cuidado porque algunas plantas tienen las raíces muy cerca de la superficie y si quitas las malas hierbas con máquina puedes dañar las raíces del árbol y hacerlo enfermar. Por eso, si es a mano, mejor.