Un grupo de científicos de países como China, España, Estados Unidos y Japón han conseguido identificar los cambios genéticos que han experimentado algunas plantas, lo que les ha llevado a convertirse en plantas carnívoras.
Plantas carnívoras, fruto de la adaptación y la evolución
El estudio fue publicado en la prestigiosa revista Nature Ecology & Evolution y donde deja claro que los biólogos descubrieron que la adaptación a suelos pobres en nutrientes, con una dieta carnívora y sobrevivir, forma parte de un proceso evolutivo que se ha repetido en muchas ocasiones en varias especies, a partir de un mismo conjunto de genes y proteínas.
Una planta procedente de Australia y que tiene diferenciadas las hojas insectívoras ha sido clave en este estudio. El genoma de esta especie, que es la segunda de las plantas carnívoras con el ADN completamente secuenciado, es muy grande, formado casi por la mitad del genoma humano y la identificación de más de 36.000 genes.
Julio Rocas, uno de los investigadores, explicó que la capacidad de las plantas carnívoras para digerir animales en suelos empobrecidos es el resultado de una acción de la selección natural, lo que ha provocado diferentes cambios genéticos sobre un mismo conjunto de genes.
Alejandro Sánchez-Gracia, otro de los investigadores españoles, declaró que aunque las plantas han desarrollado diferentes estrategias para la captura de animales, la selección natural ha actuado a menudo de manera bastante recurrente sobre los mismos genes para así poder adquirir la capacidad de digerir la presa, un fenómeno conocido como evolución paralela.
En el caso de las plantas carnívoras encontramos un claro ejemplo de convergencia evolutiva, sobre todo debido a las restricciones biológicas de los ecosistemas en los que se encuentran, muy pobres en nutrientes, por lo que han tenido que adaptarse con el paso de los años para poder sobrevivir.