Si tienes la suerte de contar con un amplio jardín y descubres que tus plantas están mordidas y detectas langostas, debes acabar con ellas antes de que ellas acaben con tus plantas. Si hay unas pocas, no será problema, pero si son un enjambre pueden acabar con tu jardín en cuestión de días, sin discriminar las plantas que puedas tener.
¿Cómo acabar con las langostas?
Lo primero que hay que hacer es estudiar la zona y ver qué cantidad de plantas estén afectadas y también tener en cuenta que las hembras pueden poner hasta 200 huevos y cuando nacen las crías no pueden volar, por lo que será fácil eliminarlas antes de que se sigan comiendo todas las plantas.
Fumigar con insecticida natural es una de las opciones más recomendables, pero para ello hay que ir a una tienda especializada y comentar el caso para que nos den una solución específica y acabar con alas langostas. Lo normal es aplicarlo una o dos veces como mucho a la semana y en breve acabaremos con ellas. Después hay que seguir haciéndolo pero cada tres semanas a modo preventivo.
Podemos hacer un repelente con extracto de ajo, lo que da bastante buen resultado, no por el olor sino porque el sabor les resulta totalmente desagradable, lo que hará que se vayan en busca de alimento que sepa mejor.
Otra opción es la de hacer un remedio casero completamente ecológico. Para ello necesitaremos 150 gramos de semillas molidas de Melia, 600 mililitros de agua y un pulverizador. Machacaremos las semillas y las meteremos en una botella con agua, las dejaremos macerar durante unos días y después rociaremos las plantas con la mezcla.
Si confiamos en la naturaleza ella nos proveerá y podemos agenciarnos a alguna mascota que resulte un depredador natural de esta plaga. Una iguana o cualquier otra clase de lagarto, alguna serpiente o incluso una gallina.