Los tulipanes son una planta cuyos orígenes, a pesar de lo que mucha gente piensa, provienen de Turquía y no de Holanda. Son de carácter bulboso y suele florecer en primavera. Es muy apreciada por lo bonitas que son sus flores, su amplia gama de colores y lo bien que quedan tanto en interior como en exterior.
Florece tres meses después de haber sido plantado y conserva su aspecto durante unos veinte días, posteriormente la flor se marchita y es el momento en el que hay que cortar su tallo principal y dejar que se seque el resto de la planta para después extraer el bulbo de la tierra y dejarlo secar para meterlo en un recipiente con arena seca. Se coloca hacia arriba en un lugar fresco y oscuro para que en la próxima época de plantación, el bulbo pueda reutilizarse de nuevo.
Una de las partes más llamativas del tulipán es su flor, dotada de un color muy intenso y pudiendo ser de infinidad de colores aunque también hay especies bicolores que resultan sorprendentes.
El tulipán es una especie ornamental para los jardines aunque puede colocarse en cualquier lugar de la casa, en macetas, jardineras, canteros, al pie de los árboles o en prácticamente cualquier lugar, así que si queréis dar un toque de color a vuestra casa, esta es una estupenda alternativa.