La Teoría de la Evolución fue creada por Charles Darwin, quien durante su vida miraba las flores y plantas que tenía a su alrededor y pensaba sobre ellas. En muchas ocasiones se preguntó que por qué se encontraban en todas partes. La razón que tenía era por la selección natural y que poco a poco, todos los seres vivos se iban adaptando a los cambios que había en el medio ambiente.
Las ideas no le cuadraban con flores ni con plantas
A pesar de ello, esa selección natural solamente funcionaba con los animales, pero no con las flores y las plantas. Los fósiles dejaban claro que las plantas habían aparecido prácticamente de golpe y que se habían multiplicado muy rápidamente, conquistando prácticamente todo el planeta.
Los diferentes fósiles le indicaban que las plantas habían aparecido prácticamente de golpe pero no sabía cómo había podido suceder eso. ¿Su Teoría de la Evolución era correcta o tenía fallos? En este caso, se refirió a este tema como el «Abominable misterio de las flores».
Darwin estaba equivocado
La evolución, como pensaba, no era lenta sino que se adapta rápidamente. En algunos momentos de la historia, se produjeron cambios en el medio ambiente de corte bastante dramático, lo que hizo que la naturaleza cambiase en menos tiempo del que se pensaba.
En un estudio realizado por la Universidad del Estado de San Francisco y de Yale, se descubrió cuál fue la causa de ese Abominable Misterio de Darwin y la causa no es otra cosa que la miniaturización. La conclusión fue que una reducción del tamaño de los genomas de las plantas permitió que se redujeran las dimensiones de las células, lo que proporcionó una gran ventaja frente a otras especies.
Por esa razón, aseguran que las plantas con flor sufrieron una gran diversificación hace unos 140 millones de años, algo que queda reflejado hoy en día, donde el 90% de las plantas terrestres pertenece a la familia de las plantas con flor.