Las cuidamos, las tenemos como decoración, para alegrar una estancia de nuestro hogar o nuestro jardín e incluso como un bonito regalo, las plantas son verdaderamente versátiles. Tanto que una marca portuguesa ha comenzado a comercializar collares, anillos y pulseras “vivos”.
Mediante una innovadora técnica, una investigadora llamada Inés Varela, consiguió recrear el hábitat natural de las plantas en joyas a las que hay que regar para una correcta conservación y que ye está vendiendo por todo el mundo.
Esta investigadora lisboeta descubrió el secreto (que aseguró que no lo revelará) que permite colocar plantas vivas, principalmente musgos, en joyas de metal tradicionales. Declaró que “Comencé a crear estas joyas para mí y, a medida que las fui utilizando, más veces me ocurría que llegaba a casa sin ellas porque amigos y conocidos querían que se las vendiese”.
Asimismo declaró que el montaje de las piezas es bastante sencillo y se hace entre media hora y una hora, aunque antes hay que preparar bien el diseño. Tras ello hay que esperar entre una y dos semanas para usarla, dado que la planta, que nace de la tierra o entre las rocas, debe adaptarse a su nuevo hábitat, la joya, donde permanece viva.