A veces, por cuestiones de espacio, nos vemos obligados a plantar en macetas, pero hay unas cuantas cosas que debemos tener en cuenta.
En primer lugar, debemos saber que una planta que es cultivada en una maceta va a crecer menos que si la plantamos directamente en la tierra y el cuidado que vamos a tener que darle, de aireado y limpieza es muy importante.
En cuanto al aireado, debemos remover la tierra cada 15 días aproximadamente, removeremos la superficie del sustrato, para que no quede la típica costra y conseguir aflojar la tierra siempre con cuidado de no dañar las raíces, para que el agua de riego penetre mejor. La herramienta que podemos emplear es un tenedor.
Además, si queremos aportar nutrientes un buen consejo es que añadamos a la tierra una o dos lombrices.
Sobre la limpieza, puede ser una buena idea limpiar sus hojas pulverizando agua o bien, si éstas son grandes, con un trapo húmedo. Deberemos también eliminar las hojas o flores que se van secando.
Otro de los puntos clave es que debemos tener claro que una maceta no es para toda la vida de la planta, sin embargo hay gente que parece que nunca quiere cambiar a su planta de lugar… ¿Cada cuanto cambiarla? Cada uno o dos años, dependiendo de la especie y de lo que haya crecido, de este modo conseguiremos que se siga desarrollando el crecimiento de la planta de forma adecuada.