El maracuyá, también llamada, chinola, en otros lugares le llaman «fruta de la pasión», o «pasionaria» es una planta trepadora originaria de las zonas tropicales y subtropicales del mundo. Pertenece al género Passiflora y es bastante apreciada por sus flores y frutos. El nombre maracuyá proviene de los portugueses, ya que es una deformación de la palabra mburucuyá la cual significa «criadero de moscas»; esto por la dulzura que se desprende de este dulce y jugoso fruto.
Muchos la consideran originaria de la región amazónica aunque crece de manera silvestre en países como: Argentina, Uruguay, Paraguay, República Dominicana, Colombia y otras zonas del Caribe. Su explotación comercial no tuvo real impulso hasta los inicios del siglo XX.
En condiciones favorables esta planta alcanza hasta 9 metros de altura. Sin embargo la vida promedio de la misma de aproximadamente 10 años. Su fruta es una baya oval y redonda con un tamaño entre los 4 y 10 centímetros. Por fuera tiene un cascara gruesa e incomestible. En su interior tiene una pulpa con numerosas semillas.
Sus flores algunos la utilizan para asuntos medicinales en otros casos menos comunes para ornamentación.