Muchas plantas tienen sus sistemas de defensa con los que protegerse ante las amenazas a las que están expuestas en todo momento dado que no pueden moverse. Por tanto, deben adoptar sus propios métodos para pasar desapercibidas, siendo esta una de las mejores formas para protegerse.
Camuflaje, la mejor arma de protección de las plantas
Para todas las plantas es muy importante evitar que los depredadores naturales arrasen con sus tallos y hojas. Por ello, la evolución las ha llevado a adoptar diferentes formas de un fondo inanimado, como puede ser por ejemplo la textura del suelo o las rocas.
Un ejemplo lo encontramos con la Mesenbryanthemaceae, una especie que antes de la floración se asemeja a muchos guijarros verdes o grises. Incluso puede ser el género Lithops, conocida como la piedra viva porque puede asemejarse a las rocas que a rodean.
La increíble capacidad de la Boquila trifoliolata
En la zona de los bosques del sur de Chile, crece una enredadera completamente atípica, la Boquila trifoliolata. Cuenta con una técnica increíble de camuflaje que no hace ninguna otra especie vegetal conocida. Tiene la capacidad de imitar la forma y color de las hojas de los diferentes árboles en los que se sustenta.
En una investigación llevada a cabo por la Universidad de Concepción, se reveló que esta planta imita tanto el tamaño como el grosor, forma y color de las hojas que tienen los árboles vecinos. Una sola enredadera puede tener diferentes hojas dependiendo de los árboles por los que treme e incluso con tamaños que pueden ser incluso hasta diez veces más grandes o pequeños.
Al trepar a árboles, cuenta con el 100% de posibilidades de ser devorada por insectos y diferentes animales herbívoros, por ello desarrolló esta estrategia para poder adaptar la forma de otras hojas que resulten menos apetitosas.
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