Se dice que conociendo a nuestro enemigo podremos combatir mejor contra él. Si esa premisa la extrapolamos al mundo de la jardinería nos encontramos con las malas hierbas. En este artículo vamos a conocer algunas de ellas para saber cómo deshacernos de ellas.
Las malas hierbas más comunes
Las ortigas son malas hierbas que pueden aparecer en la zona menos esperadas de nuestro jardín. Para deshacernos de ellas no bastará con desherbados térmicos o cualquier producto químico, lo más aconsejable es utilizar una herramienta para desenterrarlas y quitarlas por completo.
Las malas hierbas rastreras son aquellas que están sobre el suelo y se arraigan a las plantas y a la tierra. La mejor forma de acabar con ellas es retirándolas de manera manual o con un buen herbicida térmico.
Eliminar las malas hierbas antes de que crezcan demasiado
Algunas plántulas pueden llegar a convertirse en algo bastante grande, como por ejemplo el sauco. Si no queremos contar con este inquilino en nuestro jardín hay que actuar cuando es un arbusto pequeño. Lo que hay que hacer es arrancarlo manualmente y con la ayuda de una azada o una piqueta. Si es grande, hay que usar un método químico, lo cual matará a la planta pero no la quitará físicamente.
Las rosetas, forman una especie de plato de hojas próximas al suelo van eliminando el resto, como lo que suelen hacer otras especies como por ejemplo el diente de león. Para eliminarlas se puede utilizar un herbicida térmico o un cuchillo o piqueta para desherbar, elevando la raíz, que es bastante gruesa y sacándola del suelo.
En los jardines, es posible que puedan aparecer incluso lianas, las cuales comienzan por un tallo bastante delgado pero pueden llegar a crecer demasiado y convertirse en algo difícil de quitar. Privan a las plantas de luz y las ahogan. Se recomienda arrancarlas desde su base y tener cuidado a la hora de desenredarlas de otras plantas.
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