Hoy os traemos una noticia sorprendente, al menos para mí. Y es que el estudio que se ha publicado en la revista Communicative & Integrative Biology afierma que las plantas son capaces de reconocer a sus «hermanas», es decir, que son capaces de reconocer a las mismas semillas que se convierten en plantas, como si fueran una familia de verdad.
El estudio se ha llevado a cabo sobre plantas de Arabidopsis thaliana reproducidas en laboratorio a partir de un mismo linaje, y también con otras tomadas en la naturaleza. En una serie de experimentos, los semilleros fueron expuestos a un medio líquido que contenía secreciones de raices de plantas parientes, de plantas extrañas y sólo de su propia secreción.
En esas pruebas se midió la longitud de las raices de la estructura primaria de la planta. Adicionalmente, en un experimento, la raiz sometida a secreción se inhibió con ortovanadato de sodio, que bloquea específicamente las secreciones de raiz sin producir efectos adversos en su crecimiento.
Tras el estudio de más de 3.000 plantas, se comprobó que en los semilleros tratados con elementos extraños se producía una competencia entre las raices de las plantas mientras que los que tenían elementos familiares hacían una especie de lazos entre ellos.
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