Según un estudio llevado a cabo por diferentes científicos de la Universidad de Coimbra (Portugal) en colaboración con el Real Jardín Botánico de Madrid, revelan que la vida social de las plantas es una de las claves más importantes para que pueda conservarse la biodiversidad de los ecosistemas.
Las plantas y su vida social
Después de más de un año y medio de investigación, pauta en la que se analizó el comportamiento de cientos especies vegetales del Real Jardín Botánico, los investigadores consiguieron unir dos procesos que desarrolla la planta. Uno el de la relación con los hongos del subsuelo y el de la colonización de otros suelos mediante el esparcimiento de sus simientes.
Una de sus investigadoras, Marta Correia, declaró que muchas de las plantas es compatible su relación ventajosa con los hongos para poder mantener la especie y también la dispersión de su simiente para poder conquistar otros territorios y asegurar su perpetuación.
La investigadora hizo referencia al hecho de llevar a cabo un análisis conjunto tanto de las simientes como de los hongos asociados a las plantas para poder tener una visión global de cómo la vida social que tienen los vegetales puede ayudar a favorecer el mantenimiento de la biodiversidad.
La lucha por el mantenimiento de la biodiversidad
Las relaciones que tienen las plantas con el suelo o con los animales que comen sus frutos y esparcen sus semillas o que tienen la capacidad de polinizarlas, son realmente importantes, razón por la que se cree que no se debe limitar en ningún momento la vida social de las plantas.
Se aseguró que los monocultivos, como pueden ser las especies invasoras, pueden llegar a reducir la vida social de las plantas, por lo que se llegaría a debilitar la biodiversidad del ecosistema. Por eso, os investigadores aseguran que conocer la vida social de las plantas es esencial para la conservación de los ecosistemas.