El cuidado de los bonsái está relacionado con la apariencia de un espécimen de tamaño completo pero en miniatura. Esto es algo que se consigue prestando mucha atención, llegando a manipular muchos aspectos y podando al máximo. De esta forma, cualquier clase de árbol puede ser convertida en un bonsái, siempre que se sigan determinadas técnicas.
Consejos para crear un bonsái
Es necesario podar y para ello debe ser controlado, siempre recortando brotes, tallos y también las ramas. Los expertos nos recuerdan que un truco es pellizcar para que crezca follaje, así como arrancar los brotes nuevos.
Hay un gran número de métodos para poder mantener la proporción de las hojas, algo que preocupa a muchas personas que comienzan en esto del mundo del bonsái. Como sabemos, las plantas necesitan de luz para producir su alimento. Si no abunda la luz desarrollan hojas más grandes para captar más luz.
Un bonsái debe ser expuesto suficientemente a la luz solar para así compensar el reducido tamaño con el que cuentan sus hojas. También hay una técnica llamada exfoliación, que hará que surjan nuevos brotes, los cuales serán más pequeños.
Crecer en diferentes direcciones
Lo mismo que puede controlarse su tamaño, también podemos hacer que crezca en una determinada dirección. Se consigue enredando alambre de cobre o aluminio alrededor de una rama antes de que madure y se endurezca. Este alambre se debe retirar si comienza a cortar las ramas.
Al igual que las ramas y las hojas, también pueden recortarse las raíces, consiguiendo más espacio en la maceta para que la tierra fresca pueda mejorar la salud de la planta. Normalmente se plantan en macetas con poca tierra, pero ésta debe ser rica en nutrientes como el nitrógeno para el tronco y las hojas, potasio para el desarrollo en general y fósforo para las raíces.