Equinacea, características y propiedades
La equinácea, Echinacea, es una planta de la familia de las Asteráceas originaria de la zona este de América del Norte.
Se trata de una planta herbácea y perenne con un aspecto parecido al de las margaritas. Sus largos tallos de entre uno y dos metros, crecen cubiertos de hojas lanceoladas de color verde. Sus flores cuentan con un receptáculo cónico formado por estambres amarillos y una corona de pétalos alargados de color rosado.
La equinácea es una planta muy decorativa. Puede cultivarse en macetas o formando bancales pero, además, cuenta con múltiples propiedades como planta medicinal.
Su función más conocida en el ámbito de la medicina natural es la de aumentar las defensas, gracias a su capacidad para estimular el sistema inmunitario.
Además, está considerada un antibiótico natural, capaz de evitar las infecciones. Se utiliza para prevenir resfriados, problemas respiratorios y dolores de garganta.
También se utiliza para prevenir enfermedades infecciosas y venéreas.
Por si fuera poco, cuenta con propiedades antiinflamatorias, por lo que también se aconseja su uso para problemas digestivos.
En uso externo, la equinácea se utiliza para tratar pequeñas heridas, úlceras, afecciones de la piel, yagas, etc.
Para su cultivo, se recomienda ubicar la planta en lugares donde reciba abundante luz, pudiendo crecer a pleno sol. No necesita riegos abundantes, pero conviene regarla cada vez que el sustrato se seca.
Se reproduce fácilmente mediante semillas.
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