Arce de Montpellier, el arce mediterráneo
El arce de Montpellier o Acer monspessulanum es un árbol mediano de la familia de las Sapindáceas.
Es originario de la región mediterránea y se catalogó por primera vez en la ciudad francesa de Montpelier. No suele superar los 10 metros de altura, aunque su tamaño medio es de cuatro a seis metros. Su tronco es de color gris oscuro y sus ramas se extienden formando una copa densa. Su madera es muy valorada por ebanistas y carpinteros.
Sus hojas son caducas, simples y palmadas, formadas por tres lóbulos. Pueden medir entre tres y seis centímetros, tanto de largo como de ancho. Son hojas coriáceas, muy bonitas, que en otoño se vuelven de color rojo.
Florece en ramilletes de inflorescencias de color amarillo verdoso, formadas por pequeñas florecillas de cinco pétalos.
La floración de produce en primavera. Los frutos que se desarrollan tras la floración son de unos dos o tres centímetros. Cuentan con una protuberancia que recuerda las alas de una libélula.
El arce de Montpellier crece en suelos calizos y es muy resistente. Agradece los suelos húmedos, pero soporta bien la falta de riego. También es resistente a las temperaturas elevadas y a las heladas de invierno.
En el jardín se puede cultivar aislado o formando setos, situándolo a pleno son o semisombra. Se reproduce por semillas.