Stenocarpus sinuatus, esta curiosa planta es natural de los bosques subtropicales de Oceanía, como algunas regiones de Australia, Nueva Guinea y otras islas del Mar de Coral.
Pertenece a la familia de las proteáceas y es un árbol perenne de talla grande, que en sus países de origen puede superar los 30 metros de altura, con un tronco grisáceo en torno a los 80 cm de diámetro.
Sus hojas son lanceoladas, con los bordes ondulados, de unos 15 cm de longitud.
Sus flores son el principal atractivo de este árbol, muy ornamentales y de color rojo brillante, con umbelas dispuestas en forma circular o de rueda. Aparecen a principios de la primavera, a finales de febrero y principios de marzo. Este árbol produce un fruto que es un folículo con forma alargada, donde guarda las semillas.
El árbol de las ruedas de fuego crece en bosques tropicales, con abundantes lluvia y mucha humedad, donde suelen darse climas suaves y soleados. Se adapta bien a los climas mediterráneos y de costa, aunque durante los meses de verano, conviene regarlo de manera abundante.
Prefiere suelos arcillosos, poco calcáreos y bien drenados. Es un árbol resistente a plagas y enfermedades.
Se reproduce por semillas, cuando son plantadas en suelos húmedos y con bastante luz. De todas formas, puede plantarse, aunque en este caso, los árboles obtenidos tardan 4 o 5 años en florecer.
Son muy utilizados con fines ornamentales, pero siempre en zonas cálidas, donde no se produzcan heladas.