Cuando hablamos del Cultivo de plantas bulbosas nos referimos a los bulbos, cormos, túberos, tubérculos, rizomas y/o pseudobulbos. Si estás pensando en cultivar alguna de estas plantas, al adquirir los bulbos debes intentar desechar aquellos que muestren rajas o sean muy blandos al tacto. En nuestra selección debemos elegir siempre los más gruesos y fuertes.
Es habitual ver en las tiendas bulbos de apariencia muy frágil a precios bajos, no nos dejemos llevar por la tentación de adquirirlos, si realmente no presentan un aspecto saludable, ya que tan sólo estaremos tirando el dinero, pues esas plantas seguramente no lleguen a vivir mucho más.
Una vez la tengamos, como siempre, debemos tener en cuenta el suelo, debemos preparar la tierra con al menos un mes de antelación, la tierra debe ser rica en humus no muy compacta, una tierra bien drenada. Si la tierra es muy arcillosa y no está muy bien drenada, podemos intentar añadirle arena para mejorar su estado, pero no es recomendable plantar en este tipo de tierra.
En cuanto al riego debemos tener en cuenta el tipo de planta ya que no todas requieren la misma cantidad de agua, pero si tienen algo en común y es que durante la época de floración, es cuando más agua necesitan.