El cotoneaster es una planta de la familia de las rosáceas que es originaria de algunas regiones de China y del Tíbet.
Es un arbusto leñoso muy utilizado en jardinería como seto o en ejemplares aislados con fines ornamentales, para introducir color.
Crece desde aproximadamente los 50 centímetros hasta alcanzar varios metros de altura, con tallos que crecen en varias direcciones, tanto rectos como arqueados.
Es un género vegetal de hoja perenne, aunque también las hay de hoja caduca, ya que engloba más de 100 especies diferentes.
Sus hojas son de color verde, aunque por el envés pueden tener una tonalidad grisácea y cubierta de pelillos. Es algo normal si tenemos en cuenta que los tallos más jóvenes de la planta son de color gris claro o pardo, vellosos, que se van tornando verdes con el paso del tiempo. Su forma es ovalada y de tamaño pequeño.
Florece en verano, en ramilletes rosados que, en otoño, dan lugar a racimos de bayas de color rojo intenso, muy decorativas y apreciadas por los pájaros, aunque también hay variedades que dan frutos de color amarillo o rosa.
Son plantas que resisten bien el frío, aguantando temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, que agradecen suelos arcillosos y bien drenados. No soporta los encharcamientos, por lo que hay que regarlas solo cuando el sustrato esté seco, de lo contrario, corremos el riesgo de que el cotoneaster contraiga el hongo Armillariella mellea, letal y contagioso.
Puede podarse para controlar la forma de sus ramas, aunque no es necesario. En verano atrae a las abejas.
Puede multiplicarse por semillas o por esquejes, durante la primavera.
Más información en: https://es.wikipedia.org/wiki/Cotoneaster