Una de las cosas en las que más nos fijamos a la hora de comprar plantas y flores es su aspecto y el color. Es correcto, son dos de los aspectos de gran importancia a la hora de realizar una compra, pero no son los únicos en los que hay que fijarse.
En qué hay que fijarse al comprar plantas
El follaje de las plantas es primordial, hay que fijarse en que todo esté correcto. Hay que fijarse en que no haya ninguna hoja amarillenta o marrón, que tengan un buen estado. Además, hay que mirar todo el envés de cada una de las hojas que es donde suelen aparecer los signos de alguna enfermedad o plaga.
Si las hojas no tienen brillo, están rotas, amarillentas o deshojadas, puede que sea una señal de enfermedad. Lo mejor es desecharla y buscar otra. Si se pueden ver las raíces sería estupendo. Deben estar sanas bien encajadas en la tierra y no deben sobresalir por la maceta.
Precaución con el exceso de abonado
Aquellas plantas que tengan un exceso de abonado tampoco deberíamos comprarlas. Normalmente en estos casos las plantas no suelen aceptar bien los cambios de ambiente. Pasarlas del invernadero a una vivienda podría hacer que no resistiesen.
Las plantas que han sido correctamente abonadas son fáciles de reconocer porque tanto los tallos como las hojas están muy tiernos y cuentan con un color verde bastante intenso.
En el caso de que las plantas tengan flor, se deben elegir aquellas especies que tengan más capullos próximos a florecer. Así la floración durará más tiempo.
Estos son tan solo algunos y sencillos consejos que debemos tener cuenta si compramos plantas, sobre todo si lo hacemos en un invernadero, que allí en muchas ocasiones sí podremos comprobar aspectos de tanta importancia como las raíces.
¿Cuál es tu mejor consejo a la hora de comprar plantas?