Una de las plantas más comunes que podemos encontrar en cualquier casa es el aloe vera, no solo por las propiedades beneficiosas para la salud o para un tratamiento de belleza sino porque son unas plantas muy vistosas y que quedan genial en prácticamente cualquier ambiente.
Esta planta, conocida como sábila, es conocida como la planta milagrosa por su gran cantidad de usos y es apta tanto para tenerla en el jardín como en el interior de casa. Aunque es una planta bastante resistente, el aloe vera requiere ciertos cuidados.
Es recomendable el uso de una maceta ancha y que no sea demasiado profunda, ésta debemos rellenarla con tierra y arena o perlita dado que la planta de aloe vera requiere de un suelo poroso, además las raíces no soportan tener exceso de agua por lo que el drenaje de la maceta tiene que ser lo más efectivo posible.
Si esta planta va a estar dentro del hogar, hay que colocarla lo más cerca de una fuente de luz natural posible, una terraza podría ser el sitio ideal, pero si es descubierta hay que protegerla de la lluvia y de las heladas porque pueden estropearse.
En cuanto al riego, el aloe vera no necesita demasiada agua y se debe regar cada 15 o 20 días, pero sin echar demasiado porque el aloe vera tiene a pudrirse con cierta facilidad.