La Albuca Namaquensis es una original planta africana
La Albuca Namaquensis es una curiosa planta procedente de algunas regiones del oeste de África, como Namibia o Karas. Es una región que se conoce como Namaqualand, de la que la Albuca toma su nombre.
Se trata de una planta perenne y bulbosa, de la familia de las Asparagáceas y, más concretamente a la subfamilia de las Escilóideas.
Como le ocurre a este tipo de plantas, crece a partir de un bulbo. Este bulbo tiene un diámetro de entre cinco y ocho centímetros y largas raíces blanquecinas. Del bulbo crece la planta, compuesta por finos rizomas que pueden crecer hasta 30 centímetros.
Son una especie de hebras verdes, con los extremos espirulados, que forman una especie de tirabuzones. Los tallos crecen después del invierno o estación más fría. Durante su periodo de floración produce unas pequeñas florecillas de color amarillo que crecen en finos tallos erectos.
La Albuca Namquensis es una planta que necesita calor y delicada en cuanto al riego. Aguanta la sequía, pero prefiere una correcta humedad que, de ser excesiva, puede pudrir el bulbo. Crece en suelos arenosos, por lo que necesita un buen drenaje, que evite los encharcamientos.
La Albuca Namquensis de reproduce por semillas o división del bulbo. Tras la floración y la recogida de semillas es necesario cortar los pequeños tallos de las flores marchitas.
En zonas de clima templado o frío, es necesario cultivar la planta en maceta, para poder mantenerla en espacios cálidos.