Ya hemos dedicado algunos post al geranio, una de las plantas más utilizadas en la decoración de patios, terrazas y balcones.
Aunque su género agrupa un gran número de plantas, las especies de geranios más comunes son las cuatro que os citábamos y que hoy vamos a describir en nuestro artículo: el geranio común, el geranio pensamiento, geranio gitanilla y aromático.
Pelargonium zonale: o geranio común. Es original de África y es el más habitual en la mayoría de jardines. Se trata de una planta perenne de entre 30 y 50 centímetros, aunque puede crecer mucho más, con hojas lobuladas redondeadas, aterciopeladas y de dos tonalidades. Tiene un florecimiento exuberante, con flores simples o dobles que pueden mantenerse desde primavera hasta comienzos del invierno.
Pelargonium domesticum: de pensamiento o real. Sus tallos son más leñosos y sus hojas más nervudas, arrugadas y con bordes dentados y afilados, también con dos tonalidades. Sus flores son grandes, con pétalos que suelen presentar manchas oscuras en la parte central. Es la más indicada para interiores.
Pelargonium peltatum: de hiedra o gitanilla. Son muy populares y de porte colgante. Sus hojas son más carnosas, de cinco lóbulos y parecidas a las de la hiedra. Su flor es algo más pequeña, generalmente simple, con colores rosas, fuxias, lilas y púrpuras. En balcones o cestas colgantes se desarrollan en cascada.
Pelargonium capitatum: de malvarrosa o aromático. Destaca por tener hojas aromáticas, con un peculiar olor a limón, sobre todo cuando se las frota o masajea con los dedos. Sus hojas son muy rizadas. Sus flores suelen ser asimétricas y sencillas, con tonalidades claras. Es utilizado en perfumería y para prevenir los ataques de mosquitos.