En julio estamos en pleno verano, con temperaturas que alcanzan sus niveles máximos y precipitaciones más bajas que en todo el año.
Durante este mes es necesario realizar una serie de tareas en nuestro jardín, dos de ellas referidas al riego y al césped.
-El riego es fundamental en este mes debido a dos factores mencionados anteriormente que son el calor excesivo y las escasas lluvias, que hacen que el suelo se seque. Por lo tanto debemos contar con un buen sistema de riego capaz de llegar a todos lo rincones del jardín para que lleguen al nivel de humedad necesario. Lo ideal es contar con un sistema de riego automático.
Debemos tener en cuenta que el riego no debe realizarse durante las horas de pleno sol ya que el agua se evapora con gran rapidez, por lo que el momento ideal para hacerlo es bien temprano por la mañana, o al final de la tarde.
Respecto a la frecuencia, lo más aconsejable es regar a diario – o bien dos veces a la semana con abundancia- las plantas y el césped que se encuentren expuestos al sol gran parte del día, y una vez a la semana los árboles.
-Otra de las tareas que debemos realizar durante este mes es el mantenimiento del césped, ya que con el calor excesivo éste comienza a envejecer, más aún si no le hemos realizado tareas de mantenimiento.
Lo que hacemos es regarlo con mayor frecuencia, y a la hora de segarlo debemos tratar de no hacerlo demasiado profundo, sino más bien que quede un poco alto para que resista mejor la sequía.