Su nombre científico es «Hypericum perforatum« y comúnmente a esta planta, incluída en el grupo de las plantas medicinales, se la conoce con el nombre de hierba de San Juan, yerba de San Juan, hipérico, hipericón o corazoncillo. Pertenece a la familia de las Gutíferas (Guttiferae) o Hipericaceas (Hypericaceae). Es originaria de Europa, y crece en herbazales, en lugares cercanos a corrientes de agua, arroyos de montaña y bosques húmedos.
Etimológicamente su nombre proviene del griego hyper que significa sobre, y eikon que significa imagen, y alude a que según éstos sus propiedades estaban por encima de todo lo imaginable. Por otra parte, perforatum hace referencia a la multitud de orificios que presentan sus hojas.
Se trata de una planta erecta, de hojas triangulares, opuestas, con innumerables glándulas aceitosas, y con bordes redondeados. Sus flores son amarillas y de tamaño reducido.
Es una de las plantas medicinales más utilizadas para el tratamiento de la depresión. Cuenta con propiedades antiespasmódicas, sedantes y antidepresivas. Sus componentes cumplen varias funciones, entre las que se encuentran: activan la circulación sanguínea así como los intercambios metabólicos, son beneficiosos para tratar afecciones ginecológicas y renales, alivian la artritis y mejoran la astenia nerviosa.
Otras indicaciones pueden ser: catarros gástricos e intestinales, dolores menstruales, gastritis y úlceras gástricas. Tiene efectos astringentes, antidepresivo, antiasmótico, atinervioso, antiséptico, calmantes, emoliente, sedantes expectorantes, digestivos, etc. En su uso externo, como aceite, es antiséptico, cicatrizante y astringente.