Una nueva investigación realizada sobre las plantas, demuestra que todavía no sabemos mucho sobre ellas. La investigación, realizada a cabo por la Academia de Ciencias Naturales de la Universidad de Drexel, en Philadelphia, Estados Unidos, revela que las plantas pueden adaptarse a las nuevas amenazas cuando sus defensas quedan obsoletas.
La evolución de las plantas
El estudio, dirigido por Tatyana Livshultz, conservadora asistente de Botánica en la Academia y también profesora en la Facultad de Artes y Ciencias, halló una evidencia genética en la que muchos linajes de plantas, cuyos antepasados produjeron un potente químico que podía persuadir a los herbívoros, fue evolucionando para dejar de producirse como respuesta a la inmunidad de un enemigo principal.
Liveshultz y su equipo investigaron sobre la evolución de un gen que gurda relación con la producción de una clase de químicos que son tóxicos para los humanos y otros mamíferos, llamados alcaloides pirrolizidínicos, y lo hizo en Apocynaceae, una familia de plantas con flores.
Cuando rastrearon ese gen, descubrieron cuándo se pudo desarrollar por primera vez la producción de los productos químicos y también cuántas veces se llegó a interrumpir.
Tras la identificación de un solo origen del gen y también los químicos en el ancestro común más reciente de más del 75% de las especies actuales de la Apocynaceae, los investigadores encontraron la prueba de que el gen dejó de ser funcionar y con la evolución, aquellos químicos que generaba la planta se perdieron con la evolución.
Estos descubrimientos apoyan con firmeza la hipótesis de desescalada de defensa que afirma que los diferentes organismos evolucionarán para ir dejando de usar recursos valiosos dentro de los sistemas de defensa si estos no funcionan e irán sumando otros que tengan más efectividad y aseguren su supervivencia. Con esto queda más patente el sentido de la famosa frase de «renovarse o morir».