Otra de las opciones que nos encontramos con las plantas de interior son las palmeras. Hoy vamos a hablar de la palmera de salón, pacaya o chamaedorea elegans, que como su propio nombre en latín indica, es una planta muy elegante y sofisticada para la decoración de interiores.
La chamaedorea elegans tuvo su auge durante la época victoriana. Su procedencia original es de la selva tropical -México y Guatemala principalmente -y éste es uno de los motivos de su atractivo en la decoración de esa época. Hoy en día, la podemos encontrar en casi cualquier parte.
La palmera de salón, salvo escasas excepciones, crece hasta los dos metros con una lentitud exasperante, aunque más vale que vaya poco a poco y bien. Lo bueno de esto es que, como la mayoría de palmeras, no necesita un cambio de maceta cada año. Bastará con que lo hagas cada dos o tres hasta que alcance su tamaño definitivo.
El riego debe hacerse dos o tres veces al mes en invierno y dos o tres veces a la semana en verano. Como es una planta tropical, el frío no le sienta bien y esto la convierte en una buena compañera para el salón. Sus hojas verdes le dan un toque acogedor y como planta de interior es casi imbatible. Pocos cuidados, buena presencia, tamaño coqueto… ¿Qué más se puede pedir?
Ah, sí. Si una hoja se seca y se amarillea, tenemos que cortarla desde el tallo donde nace. Si solo se secan las puntas, pues cortamos solo las puntas.