Queremos dedicar el artículo de hoy a unos árboles impresionantes: los ficus gigantes de alicante. Se trata de unos monumentales ejemplares de ficus macrophylla, que han sido incluidos en el Catálogo de Árboles Singulares y Monumentales de Interés Local, elaborado por el ayuntamiento con el fin de proteger el patrimonio arbóreo de la ciudad.
Se trata de una especie de origen australiano que puede llegar a alcanzar los 60 metros de altura, sustentándose en un amplio tronco de aspecto rugoso y color grisáceo. Los ejemplares más antiguos pueden alcanzar dimensiones espectaculares, que se acrecientan al dejar que se desarrollen las raíces aéreas de las ramas, que al llegar al suelo, pueden ofrecer un volumen extraordinario.
Los ficus gigantes de Alicante pueden observarse en diferentes lugares de la ciudad, empezando por el paseo de Canalejas, proyectado por el arquitecto González Altés en el siglo XIX. En algunos de sus ejemplares, cuyos troncos superan los 8 metros de perímetro, varias ramas han tenido que ser apuntaladas.
En la Plaza de Gabriel Miró, otro de los lugares importantes en el itinerario arbóreo de la ciudad, se encuentra el ejemplar más grande catalogado en España, con 120 años de edad, más de 20 metros de altura y una copa de casi 40 metros de diámetro.
Otro punto señalado es el Portal de Elche, con cuatro ficus espectaculares de más de 100 años que miden entre 15 y 20 metros de altura.
En el entorno de la estación de tren, se encuentran algunos de los ejemplares más antiguos, aunque se cree que el de mayor edad es el ubicado en la plaza Navarro Rodrigo, en la calle San Agatángelo, conocido como el ficus de Benalúa y salvado por la movilización de los vecinos de este barrio de su tala, cuando quería utilizarse el solar para construir un parking.
Conservar y proteger el patrimonio natural es responsabilidad de todos y contribuye a prolongar la vida de asombrosas especies naturales.
Efectivamente el llamado Ficus de Benalúa, que toma el nombre del barrio dónde se encuentra, está ubicado más concretamente en el recinto del Ambulatorio de la Seguridad Social de Benalúa en la calle San Agatángelo. Su edad es desconocida pero pudo ser plantado cuando se construyó el barrio de Benalúa a finales del siglo XIX. No es el más conocido por los alicantinos debido a que su ubicación no es muy transitada como ocurre con el resto de ficus de la ciudad, por ese motivo las autoridades del momento pensaron que podrian talarlo sin problemas, pero la respuesta en contra de los vecinos hizo que desistieran. A pesar de ello esta joya se encuentra olvidada y sin los cuidados que merece y necesita. Tengo que mencionar que fué necesario que yo me personara en el Departamente de Medio Ambiente del Ayuntamiento, para indicarles que el árbol estaba rodeado de un cinturón de cemento que impedía que sus raices aéreas arraigaran al llegar al suelo. Afortunadamente al cabo de «unos meses» se decidieron a retirar el cemento que lo atenazaba y de esta forma sus racices podran apuntalarlo de forma natural.