Una de las plantas que más se compran en estos momentos, quizás por la belleza que tienen, son las orquídeas, unas plantas que, hasta hace poco, se vendían muy caras y pocos podían plantearse comprarlas pero a raíz de entrar en juego otras variedades, la cosa cambió bastante.
Sin embargo, muchas veces las orquídeas no nos duran, quizás por el hecho de que solo se compran las flores o porque no sabemos cómo cuidar a la planta. Sin embargo, si tienes una orquídea y quieres reproducirla, hay varios métodos para hacerlo, uno de ellos a través de sus semillas.
No es un método sencillo, pero al menos sí al compararlo con el método anterior, del siglo XIX, que utilizaban varios botánicos. Ahora mismo para lograr multiplicar la orquídea solo necesitas plantar las semillas en una tierra muy nutrida pero en un recipiente que la proteja al cien por cien de todo (por ejemplo, un bote de cristal o una jarra. Es algo así como crear un invernadero para la propia planta de tal forma que puede germinar sin problemas.
A la hora de trasplantarla, esto se hará únicamente cuando tenga 3-4 hojas ya crecidas de tal forma que se pasa a una maceta con tierra adecuada para orquídeas pequeñas y, conforme pase el tiempo y se desarrolle, iremos aportándole más nutrientes para la propia orquídea.
Esto a lo mejor no te sale a la primera pero no desesperes. Es difícil multiplicar una planta como la orquídea pero, una vez das con lo que se necesita, la cosa es mucho más fácil y sencilla. Los comienzos son difíciles pero después será coser y cantar y, lo mejor de todo, podrás tener todas las orquídeas que quieras, además algunas que puedes mezclar tú mismo.