El Kalanchoe es conocido por sus supuestas propiedades terapéuticas.
El Kalanchoe es una planta de la familia de las Crasuláceas, originaria de Madagascar y algunas regiones de Sudamérica. Cuenta con aproximadamente 125 especies.
Recientemente, se le conceden propiedades antitumorales a varias de sus especies. Éstas son la Kalanchoe Pinnata, la Kalanchoe Gastonis-bonnieri y la Kalanchoe Daigremontiana.
Al parecer, la planta cuenta con propiedades antitumorales. Es capaz de regenerar las células afectadas y frenar su proliferación.
Los compuestos fitoquímicos, como los bufadienolides, presentes en las hojas y del vástago de la planta, presentan una actividad inhibidora frente a algunos tipos de cáncer. Por este motivo están siendo objeto de estudio por parte de científicos de diferentes universidades de países como China, Tailandia, Japón o Bruselas.
Hasta el momento, está por ver si los resultados de estos estudios avalan las propiedades del Kalanchoe. De ser así, si la industria farmacéutica se decide a patentar y comercializar medicamentos derivados de la planta.
Lo que sí se sabe es que la planta viene siendo utilizada en la medicina tradicional de regiones de China, la India y Sudamérica. Sus hojas se utilizan para el tratamiento de infecciones, procesos inflamatorios y afecciones intestinales. Sin embargo, su consumo puede resultar tóxico si se excede una dosis concreta que dependerá del peso del paciente. Del mismo modo, puede resultar tóxica para animales, pudiendo generarles problemas cardiovasculares.
Habrá que esperar a conocer nuevos datos sobre las propiedades curativas de la planta y su utilidad en el campo de la medicina oncológica.
Sus flores son pequeñas, se encuentran agrupadas en corimbos y pueden ser de varios colores: rojas, rosas, amarillas o blancas. En cuanto a su floración, por lo general se produce desde que comienza el invierno hasta que termina la primavera, pero puede suceder también que de flores durante todo el año.
Kalanchoe, cuidados
La mejor ubicación para esta planta es a pleno sol, siempre que el la luz solar no sea excesivamente fuerte, o en un lugar bien iluminado; y el suelo debe estar bien drenado. Respecto al riego, durante el invierno debe apenas regarse y en los meses de primavera y verano el riego debe ser frecuente y abundante. Se multiplica por semillas o por esquejes en primavera.