Los árboles, durante los meses de otoño e invierno, hibernan, es decir, que aparecen como dormidos o incluso muertos para, después, brotar con fuerza y presentar un verdor fuerte y lleno de vida. Es por lo que muchos aprovechan esa época para hacer una poda o cortar los árboles.
Las podas suelen realizarse desde noviembre hasta marzo aunque has de tener en cuenta el tiempo. Si el árbol es ya antiguo (es decir, que está adaptado al clima) has de esperar a que entre el frío para poder hacerlo porque para éste quizás un frío de un par de días no sea suficiente para hacerle hibernar (y si se poda antes podemos provocar que brote y éstos se hielen).
A la hora de podar las ramas has de cortar siempre las que se vean enfermas, dañadas o estén muertas. Esas ramas no nos sirven de nada porque no van a brotar o pueden contagiar al árbol. Si el árbol tiene mucha ramificación tampoco es bueno porque crea demasiada sombra y después el árbol no tiene suficiente de luz solar (porque no le llega).
Es por este motivo por el cual se deja el centro del árbol despejado para que el sol llegue al tronco e incida sobre él para ayudarle a crecer y desarrollarse.
A la hora de cortar las ramas yo siempre me decanto por cortes transversales, aún cuando no sean rosales, porque el árbol sufre menos y le da la oportunidad de brotar más rápidamente.
Poda de arbustos
Los arbustos también se pueden podar en esta época del año para limpiarlos un poco. Como los arbustos suelen tener mucha vegetación, ramas y hojas es bueno limpiarlos un poco, cortar ramas antiguas para que nazcan nuevas y le aporten más vitalidad a éstos.
No tengas miedo a dejarlo muy pelón; salvo que le pase algo, los arbustos volverán a renacer y brotar cuando llegue la primavera (hay ocasiones en las cuales una poda drástica es necesaria).
Poda de rosales
La poda de rosales también se hace en esta época del año y es una en la que debemos tener miras hacia el futuro, el verano, para cortar más o menos. Si ese año nos ha echado pocas flores entonces la poda ha de ser más severa. Si ha echado muchas entonces podaremos poco, pero teniendo en cuenta cuáles fueron las ramas que más echaron (para podarlas más y hacer descansar un poco al rosal).
Los cortes siempre en forma transversal.