El futuro de las plantas y flores está ligado irremediablemente a sus raíces, por lo que, ante cualquier amenaza o entorno en el que haya peligro, tiene que reaccionar de alguna forma, como sucede con la orquídea, la Stapelia asterias, el centeno o la Mesenbryanthemaceae entre muchas otras.
Características de la orquídea
En este caso nos vamos a quedar con la orquídea. Es la flor que mejor conocemos y que siempre hemos admirado. Tiene una gran belleza que siempre le acompaña. No en vano, es considerada como una de las flores más bonitas que hay.
Está demostrado que son verdaderas especialistas del camuflaje. Algunas de sus variedades pueden imitar en cuanto a formas a insectos, como puede ser la conocida orquídea abeja o la orquídea mosca entre muchas otras.
A ojos de muchos insectos, tanto en forma como en cuanto a colores, cuando esta flor se camufla es como si se tratase de otro insecto, por lo que no se le acercarán. A ello hay que sumar que también tienen perfumes muy especiales para poder seducir a los machos para la polinización.
No solo imitan a insectos, también a otras flores
La orquídea no solo se mimetiza como un insecto sino que también imita a otras flores. Por ejemplo, imita a la Cephalanthera rubra, la cual no tiene néctar que pueda atraer a los insectos, por lo que pasa completamente desapercibida para ellos.
Dependiendo del lugar donde se encuentren, las orquídeas pueden ir mimetizándose con el entorno, con insectos, con flores, etc. Esto demuestra la fantástica capacidad que tienen estas bellas flores para adaptarse a cualquier situación. Sin duda, se deja patente de que la orquídea es más que una bonita flor que ha sabido adaptarse correctamente a su destino.
Seguro que nunca te habías parado a pensar que las orquídeas tenían estas características tan especiales. ¿Verdad que son sorprendentes?