La Celestina o Jazmín azul, es un arbusto de flores celestes originario de Sudáfrica, Asia y algunos países de Sudamérica, especialmente Perú. Su nombre científico es Plumbago capensis, cuyo sinónimo es Plumbago auriculata, y pertenece a la familia de las Plumbagináceas (Plumbaginaceae).
Plumbago deriva del latín plumbum que significa plomo, y se dice que alude a una sustancia que contiene esta planta en sus raíces que tiñe de color gris plateado; mientras que auriculata significa que posee pequeños apéndices foliares.
El jazmín azul, o también jazmín del cielo, es una planta trepadora o colgante, siempreverde, muy ramificada, con tallos rígidos y de crecimiento rápido. Esta planta tiene la particularidad de que sus raíces se extienden demasiado en lo profundo y por lo tanto es cultivada en jardines y también para recubrir paredes, pero en macetas, balcones o terrazas.
Sus hojas son alternas, simples y lanceoladas, y miden entre 3 y 6 cm. Su mayor atractivo son sus flores, de forma cilíndrica, que crecen en racimos de unas 8 a 14 flores cada uno de ellos. Las mismas pueden ser de color celeste, blanco o azul pálido, miden 3 cm de largo aproximadamente, poseen 5 pétalos y no tienen aroma. La época de floración es desde la primavera hasta finales del otoño.
Jazmín azul, cuidados
Para su óptimo crecimiento esta planta requiere estar ubicada en un lugar donde reciba directamente los rayos del sol y es muy sensible a las heladas, por lo que debe ser resguardada de las mismas. El suelo para su plantación debe fértil y profundo; y su riego debe ser bastante frecuente durante el verano -3 o 4 veces a la semana- y en invierno una vez por semana.