La baya africana Pollia condensata es un pequeño fruto prodigioso que se caracteriza por ser uno de los más resplandecientes del planeta. De hecho, ha sido considerada por la Universidad de Cambridge como el elemento natural más brillante del planeta, según un artículo publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciencies.
Se trata del fruto de una planta perenne de la familia de las Commelinaceae, que se haya en las regiones tropicales de África, concretamente, fue descrita por primera vez en Angola.
La Pollia condensata cuenta con un tallo de aproximadamente un metro de altura, largas hojas planas que se doblan en forma de V y flores de color blanco o rosa pálido.
Su fruto es una baya de color azul iridiscente.
El color azul de la baya no proviene de ningún pigmento, sino que, al igual que ocurre con algunas especies de escarabajos, su estructura celular cuenta con una microestructura de celulosa helicoidal que refleja luz en una longitud corta de onda, consiguiendo un efecto iridiscente y una reflectividad del 30%, aproximadamente lo que un espejo plateado.
Cada célula, que es independiente, produce su propio color, por lo que se producen los reflejos de diferentes tonalidades.
No es venenoso pero tampoco comestible, ya que carece de cualquier valor nutricional. Solamente algunas especies de pájaros las colectan pero, lejos de comerlas, las transportan a sus nidos para atraer a las hembras. Con ello, la Pollia consigue dispersar sus semillas, que se encuentran en el interior.