El Jazmín de Cuba, es una planta perteneciente a la familia de las Apocináceas (Apocynaceae), a la cual se la conoce también con el nombre de Trompeta amarilla, Trompeta dorada, Trompeta de oro. Su nombre científico es «Allamanda cathartica» y es originaria de Sudamérica y Centroamérica. Esta especie no es de las más conocidas y puede cultivarse como planta de interior.
Se trata de una planta trepadora o arbustiva, dependiendo de la dirección que tome; de follaje reluciente y persistente, de crecimiento rápido, que puede llegar a alcanzar una altura de 6 m, aunque cuando se cultiva como ornamental no suele sobrepasar los 2 m.
Está provista de hojas que se encuentran dispuestas en grupos de tres o cuatro; las mismas son perennes, lanceoladas, sésiles, de márgenes ondulados, y de color verde brillante. Sus flores poseen forma de trompeta, son de color amarillo, muy atractivas, y miden entre 5 y 7.5 cm de diámetro. Estás últimas aparecen durante los meses de verano y otoño, e incluso todo el año si no es cultivada. El Jazmín de Cuba puede dar frutos que son cápsulas espinosas de forma ovoide.
Respecto a sus cuidados, esta planta debe ser ubicada en un sitio donde reciba directamente los rayos del sol, aunque crece bien a semisombra. No resiste bien el frío por lo que prefiere climas cálidos. El riego debe ser frecuente (2 veces a la semana) durante los meses de calor, disminuyendo el resto del año. Su multiplicación puede realizarse mediante mediante esquejes, semillas o por división de mata.