A la hora de poner nuestro jardín en el exterior de la casa algo que podemos tener en mente es el hecho de colocar una fuente para crear un espacio más tranquilo y de relajación con el agua corriendo, el sonido de la misma, etc. Esto hace que nos planteemos la primera pregunta: ¿qué fuente?
Primero debemos saber dónde la vamos a colocar, ya sea jardín, patio o terraza, antes incluso de elegir el tipo de fuente porque éstas se pueden poner sencillas o bien más recargadas con plantas acuáticas e incluso peces.
El tamaño dependerá muchísimo del espacio de que dispongas pero si te digo que una demasiado pequeña se ve ridícula en un jardín, aunque cuando no tengas espacio para ponerla más grande, en esos casos mejor es no ponerla. Lo mismo ocurre en el caso contrario, que tengas un jardín pequeño y pongas una demasiado grande. Siempre hay que buscar el término medio.
Una vez tomada esa elección has de elegir la fuente que mejor se adapte. Antes solo había un tipo de fuente pero ahora mismo hay muchos tipos y algunos más económicos que otros, por lo cual escoger una no será problema si tienes un presupuesto limitado.
Ten en cuenta que si la colocas en el centro estás haciendo un jardín protagonizado por la calma, así que las plantas y flores han de estar acordes con esa tranquilidad. Por eso, para crear distintos espacios, muchos prefieren no darle una presencia central sino en uno de los lados, separando una parte de jardín más «de meditación» de otro tipo.
Te recomiendo que mires antes dónde vas a colocarla y los pro y contras que puede haber ya que has de instalarla, no es solo ponerla y ya está, las fuentes pueden venir con su motor de agua.