Posiblemente hayáis escuchado en más de una ocasión que la música clásica hace que las plantas crezcan más sanas y fuertes y aunque no se sabe si realmente es algo cierto, unos investigadores de la Universidad de Australia Occidental han demostrado algo que se sospechaba desde hace bastante tiempo, sienten cuando las tocamos, aunque a su manera.
Se sabe que las plantas no emiten señales perceptibles ante los cambios que pueda haber en el ambiente, pero sus genes se expresan después de haber sido estimuladas por agentes externos. Se ha demostrado que aunque no puedan pensar, sí pueden sentir, así lo demuestra la investigación publicada en la prestigiosa revista Plant Physiology.
Olivier Van Aken, experto en biología molecular, aseguró que al no poder escapar de situaciones potencialmente peligrosas las plantas han desarrollado complejos sistemas de defensa de estrés para sentir el ambiente que las rodea, ayudándolas a detectar el peligro que les acecha y responder apropiadamente.
Para ello se hizo un estudio en miles de genes de plantas que fueron detectados después de que las plantas fuesen rociadas con agua desde un vaporizador. Asimismo se demostró que sufren modificaciones durante un corto espacio de tiempo ante el tiempo, pinchazos o incluso la sombra.
Van Aken declaró que solo el mero hecho de dejar caer una gota de agua sobre las plantas, provoca una respuesta compleja o también las pequeñas vibraciones de una oruga que mastica sus hojas son transmitidas por toda la hoja provocando una reacción en ella, dejando claro que las plantas reaccionan a los estímulos externos.
Ahora, con este hecho demostrado, seguro que nadie podría negar rotundamente que las plantas también sienten la música, demostrando que no son organismos tan sencillos como en principio parece y dejando claro que a pesar de ser seres vivos inmóviles, tienen la capacidad de sentir.